LEY DE CINE 3

El Fondo de Fomento para el Cine Cubano y el reconocimiento de las productoras cinematográficas no institucionales, son las dos propuestas que cierran el paquete de acciones principales que los cineastas presentamos a las autoridades como medidas indispensables para crear un marco legal y espiritual que potencie nuestro cine.

La propuesta del Fondo, construida en intercambio con el ICAIC, se encuentra en su etapa final. Corresponde ahora a la institución tramitarla ante las instancias del gobierno. La iniciativa plantea la necesidad de que el Estado establezca ayudas con destino al cine realizado fuera de las instituciones y que defina sus compromisos en la defensa y protección de este arte.

También propone reglas para garantizar la igualdad de oportunidades de todos los cineastas en el acceso a esos fondos, y los derechos y obligaciones que se adquirirían para ejecutarlos. Los creadores interesados en conocer el proyecto en su totalidad y aportar observaciones lo podrán hacer en la próxima Asamblea, en la cual se expondrá el texto completo.

Por otro lado, el reconocimiento y la legalización de las productoras no institucionales constituye el punto fundamental del proceso. Tal decisión es potestad exclusiva del Estado, el cual debe definir y crear la figura correspondiente para reconocerlas, regularlas y protegerlas. Ello redundará en beneficio del movimiento cinematográfico nacional, dará continuidad a nuestra tradición artística en este campo y sacará a las productoras de la alegalidad en la que se ven obligadas a operar y a la que arrastran a cientos de trabajadores, especialistas y artistas.

LEY DE CINE-1

Las fórmulas de producción estatal en la que se basó la producción cinematográfica en Cuba a partir de 1959, con resultados históricos que nos orgullecen, ya no son suficientes para dar respuesta a los retos del presente. Esperamos que el Estado abra para los cineastas posibilidades de gestión eficaces y acordes con la realidad actual y futura, como lo hace para otros sectores. Constatamos una voluntad para ello, pero no se acaba de adoptar la medida que dé respuesta definitiva a esta problemática y asegure el futuro del cine cubano.

A los cineastas nos corresponde aportar información y argumentos que ayuden a comprender la especificidad de nuestro campo. Nuestra posición se resume en una paráfrasis de las palabras que se atribuyen a un destacado boxeador: «Una productora de cine es una productora de cine, y sin productora de cine no hay productora de cine»

Los restantes puntos esenciales de nuestra agenda son: el Decreto del Reconocimiento del Creador Audiovisual con su reglamento y registro aún por aprobar (es decir, que se reconozca nuestra existencia y derechos); y los estudios preliminares para una Ley de Cine que, como consecuencias de todo los cambios que se produzcan y las nuevas realidades, se hará cada vez más urgente y necesaria para el país y el Estado.

LEY DE CINE-2

Por todo lo anterior, necesitamos la voz y presencia de los cineastas en la próxima Asamblea el venidero sábado 30 de mayo, a las 3:00 pm, en el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y Chocolate, un espacio de los artistas.

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